Es posible que hayas decidido conocer el centro histórico de la capital atraído por la merecida buena fama que tienen sus bares y comercios, o movido por el gratificante gusto por callejear. En ésas, quizás te acerques hasta la calle Santo Domingo sólo con la intención de recorrer desde su inicio el paso del emblemático encierro de San Fermín, pero algo puede hacerte cambiar de planes y hacer que la jornada sea completa: la visita al Museo de Navarra.
El edificio, antiguo hospital de Nuestra Señora de la Misericordia y museo desde 1956, da un repaso al arte e historia de Navarra desde la Prehistoria hasta nuestros días, y entre sus piezas más destacadas cabe mencionar: el mosaico romano del Triunfo de Baco, datado en el S.I, los capiteles románicos de la antigua catedral de Pamplona, la arqueta mozárabe de Leyre, o el retrato del Marqués de San Adrián, pintado por Francisco de Goya.